La importancia de un segundo alternador en un velero de alquiler
Tras varios años dedicados al alquiler de veleros en Ibiza, hemos preparado este post para tratar este asunto de suma importancia en el charter de barcos.
En un velero de alquiler las solicitaciones energéticas son bastantes exigentes, se trata de barcos que navegan muchas semanas seguidas y a pleno rendimiento de uso, como gran parte del tiempo se encuentran fondeados y acogiendo a mucha gente, el uso constante de los elementos de servicio del barco consumen grandes cantidades de energía.
Los elementos de carga cuando el barco está navegando, a no ser que el velero disponga de placas solares o algún otro sistema de recarga, será el motor, que debe estar arrancado determinado tiempo diario para cargar las baterías.
Los motores de los veleros montan alternadores comunes de uso en automoción, los cuales cumplen la función pero son solicitados en exceso, tanto es así que suelen ser un elemento susceptible de fallo cuando llevan años trabajando.
En un velero casi siempre llevaremos varios grupos de baterías, esto está explicado en un post anterior que recomendamos sea leído. La cuestión es que el alternador del motor tiene que alimentar la recarga del banco principal de baterías de servicio, que suele ser bastante grande, montando varias baterías en serie para conseguir grandes capacidades, además de mantener la batería del motor que consumió energía en el arranque, mas en ocasiones otro grupo de baterías auxiliar para la hélice de proa o el molinete de ancla.
La manera que tienen los alternadores de repartir la carga entre los diferente bancos de baterías es mediante separadores de carga tipo diodos, o electrónicos en el mejor de los casos, que reciben una toma de carga y la distribuyen entre los diferentes grupos de baterías. Cuando son electrónicos funcionan verdaderamente bien, pero en el caso más típico de puentes de diodos, hacen caer el voltaje en medio voltio aproximadamente, lo cual disminuye considerablemente el rendimiento de la carga. Cuando montamos un segundo alternador ya no necesitamos estos aparatos, porque cada alternador carga el banco al que está conectado y nunca se unen ni se separan dependiendo de si el motor está o no arrancado.
Cuando utilizamos el molinete de ancla o la hélice de proa, que debería funcionar con su propio banco de baterías para suministrar la potencia a los motores eléctricos con los que trabajan, reciben energía también del alternador que debería de “llenar las baterías con la energía que consume en cada momento”, lo cual sucede de manera constante e inmediata, lo cual supone un sobreesfuerzo para el alternador, que se encuentra trabajando a pleno rendimiento para cargar el banco principal, y esto, varias veces al día por cada fondeo, por cada maniobra en puerto y por cada vez que usamos un winch eléctrico, suponen una fatiga para los alternadores que no están exactamente diseñados para este uso.
Por este motivo, todo lo que sea repartir este trabajo tan pesado entre varios elementos de carga es altamente beneficioso para ellos.
Tanto es así, que algunos motores marinos vienen preparados ya para un posible alternador secundario, instalando soportes adicionales y poleas con doble canal para incluir un correa más que mueva otro alternador.
Cuando no es el caso, siempre se puede fabricar nuevos soportes a medida y añadir poleas para instalarlo. En el caso que ponemos como ejemplo, un motor Yanmar 4jh de 100 CV, bastante común en el mundo del charter, hemos tenido que fabricar los soportes y añadir una polea a la existente del cigüeñal, y buscar una ubicación donde quepa el alternador y quede alineado para colocar la nueva correa de arrastre.
En este caso lo hemos instalado en la parte inferior izquierda según se mira de frente a la polea del cigüeñal, aprovechando un anclaje de la carcasa de engranajes de la bomba de inyección.
EL alternador lo escojimos de entre varios modelos haciendo pruebas con los distintos soportes que llevan cada uno hasta encontrar uno que acoplaba perfectamente. Hay que decir que los modelos de alternadores que podemos encontrar en el mercado son infinitos, únicamente tenemos que tomarlo con paciencia e ir probando unos y otros, hasta dar con un modelo que encajaba a la perfección.
Que el alternador “quepa” y que quede “más o menos alineado” no es suficiente, hizo falta añadir un soporte en la parte delantera y un tensor para poder darle tensión a la correa, además de una polea auxiliar en la polea del cigüeñal.
Una vez hemos conseguido acoplar el alternador y gira correctamente, hay que llevarle la excitación para que empiece a generar electricidad, este es un cable que viene del panel y llega al alternador conectado a su terminal de excitación, enviándole 12 v para imantar el inducido y poder así empezar a cargar, si no fuera así, el alternador giraría pero nunca se crearía electricidad. Este cable lo sacamos del alternador principal, este cable lo podríamos sacar del alternador principal y a la vez que se excita uno se excitaría el segundo, no vamos a entrar en detalles técnicos de cómo funciona el alternador, pero diremos que este mismo cable es el que hace funcionar el testigo del panel de “fallo de carga”, de manera que si un alternador fallase no seríamos capaces de detectarlo puesto que están ambos utilizando el mismo sistema de fallo, y con que uno funcione el fallo no se detectaría.
Para solucionar esto hemos traído un cable desde el panel del motor hasta el segundo alternador, haciéndolo pasar por una bombilla que actuará como “testigo” en el propio panel, de manera que ahora tenemos el indicador original correspondiente al alternador principal y uno nuevo correspondiente al segundo.
Para acercarse más al sistema perfecto en un velero de alquiler, vamos a instalar un controlador de carga electrónico en el segundo alternador, esto no es más que un regulador que convierte el alternador en un cargador electrónico, o en algo parecido, de forma que no sólo inyecta amperios en las baterías si no que lo hace siguiendo un ciclo de carga que se ha optimizado para este tipo de banco de baterías. En este caso de la marca “Adverc”, pero hay otros muchos en el mercado. En otro post explicaremos con detalle la instalación de este sistema.
Nuestro velero nos ha quedado de la siguiente manera, el alternador original de 80 amperios, a través de un repartidor de carga electrónico alimenta por un lado la batería del motor, por otro un banco de baterías para le hélice de proa y el molinete de ancla, y por último una batería para el winch eléctrico, y el segundo alternador de 140 amperios regulado por el Adverc alimenta las baterías de servicio. De esta manera hemos mejorado el sistema en los siguientes aspectos:
En primer lugar hemos repartido el esfuerzo de alimentación eléctrico entre dos alternadores, lo que se notará sin duda en la longevidad de los mismos.
En segundo lugar hemos aumentado la potencia del alternador que más va a trabajar, el que proporciona la carga a las baterías de servicio en 60 amperios, de 80 a 140.
En tercer lugar hemos introducido un ciclo de carga electrónico para recargar las baterías que más ciclos de carga reciben y más amperaje disponen, y que más se descargan en cada uno de los ciclos.
En cuarto lugar, y no menos importante, en la belleza que supone un artefacto más en nuestro velero, lo cual no hay que negarlo…nos encanta.
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